La Asociación se honra en publicar esta carta donde se relata la real historia de cómo, cuándo, quién, dónde y por qué fue que se tuvo tanta determinación en querer tener primero una Escuela Superior en Levittown, y luego ponerle nombre. Esta carta fue escrita por el primer Presidente de la primera Escuela Superior de Levittown, el Sr. Jorge Bairán Benítez. Esta narración es una verdadera joya del recuerdo y sé que ustedes la apreciarán. La carta fue reestructurada por el señor Gustavo Ortíz para el periódico, espero no haberle cambiado el mensaje que el señor Bairán quiere emitir. De parte de nuestra Asociación y su directiva, gracias, y esperamos conocerle pronto.
Por este medio quiero en primer lugar felicitarte por tu iniciativa. No sólo el que hayas logrado reunir a los ex alumnos de la Escuela Superior Dr. Pedro Albizu Campos, sino el de haber logrado organizar a los ex estudiantes dentro de una asociación, que logrará llevarles a todos los estudiantes de Levittown y a todos los estudiantes parte de la historia de nuestra comunidad. Podrán aportar ideas, pensamientos, y sobre todo soluciones para que nuestra comunidad pueda continuar el crecimiento que necesita.
Hoy llegó a mis manos un periódico que ustedes han realizado. Los felicito. Al leerlo, me vino a mi mente escribirte estas líneas. Pienso que debo de contribuir a lograr lo que ustedes están haciendo. Mi contribución es en el sentido de hacerles conocer a todos la historia de la Escuela Superior Dr. Pedro Albizu Campos y sobre todo la historia de lo primero que se logró.
Para la década de los 60 los que vivíamos en Levittown, si queríamos estudiar en una escuela superior, teníamos que ir a Toa Baja, Cataño o San Juan. En esa época sólo existían dos escuelas. La escuela de la primera sección la Kennedy y de la segunda sección, la María Libertad Gómez. Esas eran las dos únicas escuelas en esa época. La primera llegaba hasta 6to grado, y la segunda hasta 9no. Todos los que de una foma u otra queríamos estudiar grados superiores teníamos que irnos fuera de Levittown.
Pero gracias a unos compañeros y a un grupo de padres junto al esfuerzo de la Sra. Alba Rolón de Martínez, se fundó la primera escuela superior de Levittown. Esta primera escuela fue una muy primitiva, puesto que no teníamos salones de clase. Por el contrario teníamios como salones los centros comunales que en esa epoca existían. Podemos mencionar, uno que quizas algunos o muchos no recuerden, el coliseo de la tercera sección. En este coliseo tomábamos clases en las gradas, sin paredes que separaran a un salón de otro. Los cambios de clases no se hacían como en este momento donde tienes unos diez o quince minutos para llegar al salón. Nuestros cambios eran de una hora.
Pues no cambiábamos de salón sino de sección. Sí, como lees, teníamos que coger dos clases en la tercera sección y luego trasladarnos al centro de la primera y una vez que tomábamos dos clases ir a la segunda sección para terminar el día. No había nada que nos separara, en la tercera nos sentábamos en las gradas, en la primera y en la segunda nos sentábamos en sillas que no eran pupitres. Luego de un tiempo se construyeron los salones en el centro de la segunda sección en la parte detrás de la MALlGO.
En condiciones muy arcaicas este grupo de jóvenes tomábamos clases. Logramos graduarnos en el año 1971. Esa fue la primera clase gradanda de Levittown. Eramos solo 73 estudiantes, pero orgullosos, pues en Levittown no existia en esa época ninguna otra escuela superior. Tuve el privilegio de ser el Presidente de esa clase, que logró muchas cosas. Una de las que me viene a la mente, fue la mejor y más grande verbena que se haya llevado a cabo en nuestra comunidad. Una verbena organizada, trabajada y lograda por estudiantes, que lo único que terníamos era la fe y esperanza de que podíamos lograr todo lo que nos propusiéramos.
Luego llegó la Escuela Superior do Levittown. Una estructura que por mucho tiempo se llamó así. Pero una vez más los estudiantes dieron cátedra de lo que es lichar por lo que creen. Cuando se propuso el nombre del Dr. Pedro Albizu Campos, se proponía al mismo tiempo el nombre de la Sra. Lorencita Ramírez de Arellano, esposa del Sr. Luis A Ferré. Un grupo de jóvenes egresados de la primera escuela superior de Levittown nos dimos a la tarea de luchar para ponerle el nombre del Dr. Pedro Albizu Campos.
Podríamos contar muchas anécdotas que se dieron en en esa lucha. Pero lo importante es que estos jóvenes (el cual me honré a presidir) logramos lo que nadie pensaba que se hiciera. Logramos que la Escuela Superior de Levittown fuera la primera escuela o edificio público en el mundo que llevara el nombre de tan gran prócer puertorriqueño. Sí amigo, la Escuela Superior de Levittown fue la primera que llevó ese nombre. Hoy en el mundo entero hay varias escuelas, edificios y hasta carreteras que llevan ese nombre. Pero la escuela de Levittown fue la primera. Y hasta el día de hoy ha sido orgullo de todos los que han pasado por ella. Tú y todos los que han estudiado en ella son ejemplo de lo que acabo de afirmar.
Sinceramente quiero felicitarte nuevamente. Conocer nuestra historia es una razón más para sentirnos orgullosos de lo que somos, de lo que queremos y de lo que aspiramos ser. Gracias nuevamente y espero en algún momento estrechar tu mano y personalmente felicitarte por tu gestión.
Atentamente: Jorge Bairán Benitez